Una niña en Maryland recibió una gran sorpresa para Navidad, pero no estaba debajo de su árbol: sino bajo el agua. Se trataba de un diente de megalodón del tamaño de su mano.
Alicia Sampson escribió en Facebook que sus hijas Molly y Natalie pidieron botas de agua para Navidad para poder “ir a cazar dientes de tiburón como profesionales”.
El clima estaba helado y Sampson dijo que hacía solo 10 grados afuera, pero la marea baja lo convirtió en un día particularmente bueno para la búsqueda de fósiles. Molly, de 9 años, declaró en el camino: “¡Estoy buscando a Meg!”… al final, lo encontró.
“Me dijo que estaba sumergida en agua hasta las rodillas cuando lo vio y se zambulló para conseguirlo”, dijo Sampson a CBS News. “Dijo que se mojó los brazos, pero valió la pena. La expresión de su rostro es lo único que me hace arrepentirme de no haber ido con ellos porque ni siquiera puedo imaginar el grito que salió de su boca”.
La familia llevó el diente al Museo Marino de Calvert, que confirmó la identidad del fósil y compartió la emocionante noticia del “futuro paleontólogo” en Facebook. Según el museo, Molly había llevado su hallazgo a su departamento de paleontología, pero todavía se lo queda para disfrutarlo ella misma.
“Molly ha encontrado más de 400 dientes en sus 9 años, que van desde diminutos hasta una pulgada o dos, y ahora con este, que mide 5 pulgadas“, dijo Sampson. “… ella siempre ha querido encontrar a ‘Meg’, pero por alguna razón, ella habló para que existiera en la mañana de Navidad”.
FOTO: EFE
