La NASA ha anunciado un giro inesperado en sus planes de transporte espacial. Dos astronautas estadounidenses, inicialmente programados para regresar a la Tierra en la cápsula Starliner de Boeing, ahora lo harán a bordo de una nave Crew Dragon de SpaceX a principios de 2025.
Esta decisión, comunicada por el administrador de la NASA, Bill Nelson, surge tras una serie de contratiempos técnicos experimentados por la Starliner durante su misión de prueba tripulada a la Estación Espacial Internacional (ISS) en junio de 2024.
Los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, pioneros en viajar en la Starliner, se vieron afectados por fallos en el sistema de propulsión de la nave poco después del despegue. Estos problemas, que incluyeron el mal funcionamiento de varios propulsores y fugas de helio, han llevado a la agencia espacial a reconsiderar la seguridad del vehículo para el crucial viaje de retorno.
La situación representa un revés significativo para Boeing, que había depositado grandes esperanzas en esta misión para redimir su programa espacial tras años de retrasos y sobrecostos. El nuevo CEO de Boeing, Kelly Ortberg, ha expresado su compromiso de continuar trabajando en la resolución de estos problemas.
Mientras tanto, la Starliner regresará a la Tierra sin tripulación, permitiendo a los ingenieros evaluar su desempeño en condiciones reales. Este cambio de planes subraya los desafíos persistentes en el desarrollo de tecnologías de transporte espacial y la importancia de mantener opciones redundantes para garantizar el acceso seguro al espacio.
La decisión de la NASA no solo afecta los planes inmediatos de transporte de astronautas, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del programa Starliner y la competencia en el sector de vuelos espaciales comerciales.
