Llamadas y más llamadas fueron recibidas en la redacción del periódico LATINO NEWS, para informar que el suministro de agua potable había sido suspendido desde hace días.
Familias de la comunidad latina estaban entre los afectados, manifestando que su voz no era tomada en cuenta por la administración, por lo cual, necesitaban ayuda.
Ante los hechos, acudimos al lugar, pero la mayoría decidió permanecer en el anonimato, por temor a quedar expuestos y sufrir posibles represalias. Sin embargo, expresaron su preocupación, pues las afectaciones económicas eran evidentes. Todos habían tenido que comprar agua potable tanto para consumo, como para el resto de sus necesidades básicas.
“Los cortes de agua no son una cuestión de ahorita, sino de siempre, ya que constantemente nos quitan el agua sin avisarnos”.
Asimismo, la comunidad latina se queja y reclama: “La mayoría de nosotros somos puntuales a la hora de pagar nuestra renta, así que esperaríamos que ahora nos reduzcan el pago del mes siguiente, por todo lo que hemos tenido que gastar por la falta de agua”.
Luis N, trabajador de la construcción, también expresó su molestia: “Yo trabajo todo el día y lo hago cortando madera, pintando y subiendo y bajando escaleras… sudo mucho y necesito bañarme dos veces al día. Esto para mi ha sido un gran problema”.
The Park at Hoover es el nombre del complejo de departamentos.
“Este problema no es de ahorita; este problema viene sucediendo desde hace tiempo y no hay nadie que nos ayude. Es por eso que decidimos alzar nuestra voz para que seamos tomados en cuenta”.
“Esto ha causado un gran inconveniente para mí y mi familia”, expresó una ama de casa que está recurriendo a bañarse a las instalaciones de YMCA, debido a que en su hogar no cae ni una sola gota de agua.
“Los últimos días he estado comprando botellas de agua para usarlas para el WC, lavar los trastes, cepillarme los dientes, etc.”.
Otras personas que no quisieron ser identificadas dijeron que, si bien este es el último problema con el agua, no es la primera vez que sucede algo así.
En la oficina de los departamentos la respuesta fue contundente: “sin comentarios”.
