Aunque las restricciones y efectos ocasionados por la pandemia de COVID-19 han disminuido considerablemente en los últimos años, los cambios ocasionados en el área laboral continúan.
En enero de 2023, casi el 30% de los trabajadores en Estados Unidos realizaron sus tareas profesionales desde el hogar; seis veces más que en 2019, según la firma de investigación WFH, un proyecto de recopilación de datos.
En Washington y otros grandes centros urbanos, la proporción de trabajo remoto se acerca a la mitad. En las ciudades más grandes del país, edificios de oficinas completos siguen vacíos.
La pandemia de COVID-19 transformó los lugares de trabajo en Estados Unidos. La proporción de todo el trabajo realizado en el hogar aumentó del 4.7% en enero de 2019 al 61% en mayo de 2020.
En 2021 y 2022, los empleadores convocaron gradualmente a los trabajadores estadounidenses a las oficinas. No obstante, durante la primavera pasada el movimiento de regreso a la oficina se estancó y la población que trabaja desde casa se estabilizó en alrededor del 30%.
Los expertos de WFH que realizaron el estudio señalan que el trabajo remoto llegó para quedarse. A los trabajadores les encanta y los empresarios han aprendido a vivir con ello.
El trabajador promedio ahorra 70 minutos de tiempo de viaje diario al trabajar desde casa, y pasa casi la mitad de ese tiempo extra trabajando: una situación en la que todos ganan.
Una pequeña mayoría de los estadounidenses están de vuelta en la oficina para siempre. Muchos nunca se fueron.
Ese grupo incluye los sectores de restaurantes y minoristas, trabajadores de fábricas y almacenes, cantineros y agricultores.
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