1. Cuando te cases
Por lo general, se recomienda comprar un seguro de vida siempre que estés haciendo un gran cambio en la vida, y casarse es definitivamente uno de esos momentos.
En primer lugar, el seguro de vida garantiza que tu cónyuge tenga los fondos que necesita para cubrir los gastos de tu funeral, entierro y del final de tu vida en caso de que fallezcas, incluidas las facturas médicas que dejes atrás.
Tener una póliza de seguro de vida es especialmente importante si tu cónyuge depende de tus ingresos, ya que les brinda fondos que pueden usar para mantenerse en su ausencia.
Si alguien depende de tus ingresos, deberías considerar comprar un seguro de vida.
2. Al tener hijos
Ser padre significa tener a más personas que dependen de tus ingresos para cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda, etc.
Una opción para proteger a tu familia en caso de fallecimiento es contratar un seguro de vida. Este podría cubrir los gastos mencionados, así como proporcionar fondos para eventos futuros como la educación universitaria de tus hijos o sus bodas.
Además, el seguro de vida podría ayudar a pagar deudas como la hipoteca, tarjetas de crédito y otras obligaciones financieras que podrían ser una carga para tu familia una vez que hayas fallecido.
3. Cuando tienes un negocio
Si eres propietario de un negocio, contar con una póliza de seguro de vida puede ser una excelente idea. No solo te permitirá cubrir tus deudas comerciales o compensar a tu familia en caso de fallecimiento inesperado, sino que también te protegerá en caso de tener socios en tu empresa.
Por ejemplo, si un propietario con una participación del 50% en el negocio fallece, la parte del negocio no se disuelve ni la absorbe el otro socio.
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