Para empezar, es importante que tomes en cuenta que hay ciertos momentos en los que es relativamente normal que tu celular aumente la temperatura, los cuales incluyen el seguimiento por GPS o la navegación en el automóvil, la ejecución de un juego con gráficos de alta calidad o apps de realidad aumentada.
En todos estos casos, lo que se recomienda que hagas es apagar tu celular, colocarlo en un ambiente más frío (lejos de la luz directa del sol) y esperar a que se enfríe, tras lo cual podrás retomar su uso habitual. Cuando tu dispositivo aumenta demasiado su temperatura es posible que se pueda seguir usando para hacer llamadas de emergencia, aunque lo recomendable es apagarlo para agilizar su proceso de enfriamiento.
En general, cuando la temperatura interna de tu IPhone aumenta demasiado, es posible que notes que la carga, incluida la carga inalámbrica, tarda o se detiene; la pantalla se oscurece o se pone negra; las redes de telefonía celular ingresan en un estado de baja potencia y la señal se debilita durante ese periodo, sin mencionar que el flash de la cámara se desactiva temporalmente y el rendimiento disminuye cuando usas apps o funciones con gráficos de alta calidad o realidad aumentada.
