El panorama político estadounidense está experimentando un momento histórico con la creciente visibilidad de figuras de origen indio en ambos partidos mayoritarios. La posible nominación de Kamala Harris como candidata presidencial demócrata ha despertado un entusiasmo sin precedentes en la comunidad indio-estadounidense, que también celebra la presencia de Usha Vance, esposa del candidato republicano a la vicepresidencia, J.D. Vance.
Este fenómeno refleja el rápido crecimiento y la creciente influencia de la comunidad indio-estadounidense, que ahora cuenta con aproximadamente 5 millones de personas, convirtiéndose en el grupo étnico asiático más numeroso en Estados Unidos.
Shaker Narasimhan, líder del AAPI Victory Fund, expresó su orgullo por el éxito de los indio-estadounidenses en diversos ámbitos políticos. Por su parte, Priti Pandya-Patel, de la Coalición del Sur de Asia del Partido Republicano de Nueva Jersey, destacó el entusiasmo generado por la posibilidad de que Usha Vance se convierta en la primera segunda dama de origen indio.
Aunque tradicionalmente inclinados hacia el Partido Demócrata, cerca del 20% de los indio-estadounidenses se identifican como republicanos, lo que subraya la diversidad política dentro de esta comunidad. Este momento marca un hito en la participación política de un grupo que, históricamente, se había percibido como menos activo en la arena política nacional.
El ascenso de figuras como Harris, los Vance, y ex candidatos presidenciales como Nikki Haley y Vivek Ramaswamy, está inspirando a una nueva generación de indio-estadounidenses a involucrarse más activamente en el proceso político, trascendiendo las líneas partidistas y celebrando los logros de su comunidad en el escenario nacional.
