La próxima semana, Tonga será el escenario de una importante reunión que congregará a los líderes de las islas del Pacífico. En este encuentro, que reúne a 18 naciones insulares, dos temas destacarán por su urgencia y relevancia: el cambio climático y la seguridad regional.
El primer ministro de las Islas Cook, Mark Brown, en su papel de presidente del Foro de las Islas del Pacífico, ha señalado que la unidad regional frente a intereses geopolíticos crecientes y la gestión de la crisis climática son prioridades fundamentales. Esta declaración refleja la compleja situación que enfrentan estas naciones, atrapadas entre las aspiraciones de influencia de potencias como China y Estados Unidos.
La presencia del secretario general de la ONU, António Guterres, subraya la urgencia de abordar el cambio climático, un desafío existencial para muchas de estas islas. Paralelamente, los ministros de Economía han puesto sobre la mesa preocupaciones sobre el lento crecimiento económico y el impacto de los desastres naturales en la región.
En el ámbito de la seguridad, se discutirá una propuesta para mejorar la formación policial interinsular, buscando reducir la dependencia de ayuda externa. Australia, como miembro principal del foro, respalda esta iniciativa, que podría tener implicaciones estratégicas significativas.
El papel de China en la región es otro tema subyacente. Beijing ha sido un importante financiador de infraestructuras y busca expandir su influencia en diversos sectores, incluyendo el militar y el mediático. Esto ha generado una respuesta de Estados Unidos, cuyo vicesecretario de Estado, Kurt Campbell, asistirá a la reunión.
La cumbre también abordará la solicitud de los territorios estadounidenses de Guam y Samoa Americana para unirse como miembros asociados, lo que podría aumentar la presencia de EE.UU. en los debates regionales.
En este complejo escenario geopolítico, el desafío para los líderes del Pacífico será mantener su unidad y autonomía mientras navegan entre los intereses de las grandes potencias y enfrentan los apremiantes desafíos climáticos y económicos que amenazan su futuro.
