Los cereales refinados, despojados de su salvado y germen, a menudo son señalados como los villanos nutricionales. Sin embargo, ¿se ajusta esta percepción a lo que realmente dice la investigación científica?
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) recomienda que al menos la mitad de la ingesta diaria de cereales sea integral, pero esto no significa que los cereales refinados deban ser eliminados por completo.
Una revisión exhaustiva de estudios publicada en Advances in Nutrition en 2019 respalda la idea de aumentar el consumo de cereales integrales, pero también desafía la noción de que los cereales refinados son el principal culpable de una serie de enfermedades crónicas.
El debate entre cereales refinados y cereales integrales es complejo y debe abordarse con un enfoque integral que considere tanto los aspectos nutricionales como los sociales.
