Luego de varias semanas ‘celebrando’ un drástico descenso en todos los números del COVID-19, que incluso llevó a las autoridades de Nueva York a levantar algunas restricciones de la pandemia como el no exigir más pruebas de vacunas en negocios y relajar el uso de máscaras en las escuelas, ahora se está volviendo a registrar una leve alza en las cifras debido a la nueva subvariante del virus que está avanzando lentamente, aunque la buena noticia es que todavía no es una amenaza.
En su primera rueda de prensa para actualizar sobre el coronavirus en varias semanas, la gobernadora Kathy Hochul informó este lunes que la subvariante BA.2, que es una versión más contagiosa del variante ómicron que provocó una alarmante alza de casos y hospitalizaciones entre el pasado diciembre y enero, es responsable de al menos 40% de los nuevos casos en todo Nueva York.
“Quiero asegurarme de que sepan lo que nosotros sabemos cuando descubramos lo que está sucediendo aquí. Esta subvariante será algo que estaremos observando de cerca. No estamos siendo alarmistas al respecto. Solo estamos transmitiendo la información a medida que la recibimos. Pero la forma básica número uno de lidiar con esto en este momento es que si alguien siente algún síntoma, simplemente hacerse la prueba de inmediato”, dijo la Gobernadora.
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