La contienda por la Casa Blanca ha tomado un giro inesperado tras la retirada del presidente Joe Biden de la carrera electoral. La vicepresidenta Kamala Harris emerge como la candidata demócrata, enfrentándose al expresidente Donald Trump en una campaña que ya muestra signos de intensidad.
Biden, de 81 años, anunció su decisión de no buscar la reelección el domingo, cediendo el testigo a Harris. El mandatario, quien regresó discretamente a la Casa Blanca tras recuperarse de COVID-19, expresó su total apoyo a su vicepresidenta: “El nombre en la boleta ha cambiado, pero nuestra misión sigue intacta”.
Trump, de 79 años, no tardó en dirigir sus críticas hacia Harris, acusándola en su plataforma Truth Social de ser una “mentirosa” y de encubrir la condición de Biden. Por su parte, Harris, exfiscal y exsenadora de California, sugirió en un mitin que estaba preparada para enfrentar a oponentes como Trump.
La transición en la candidatura demócrata ha sido sorprendentemente rápida y unificada. Harris ha recibido respaldos clave, incluyendo los de la expresidenta de la Cámara Nancy Pelosi, el actor George Clooney, y los líderes demócratas del Congreso Chuck Schumer y Hakeem Jeffries.
El líder de la mayoría del Senado, Schumer, declaró: “Los demócratas están más unidos que nunca para apoyar a Harris”. Esta unidad contrasta con las preocupaciones iniciales sobre una posible carrera disputada dentro del partido.
Biden planea dirigirse a la nación para explicar su decisión y delinear sus planes para los meses restantes de su mandato, convirtiéndose en el primer presidente desde Lyndon Johnson en 1968 en retirarse de una campaña de reelección.
Con las elecciones programadas para el 5 de noviembre, la carrera entre Harris y Trump promete ser intensa y llena de contrastes, marcando un nuevo capítulo en la política estadounidense.
