La operación militar ucraniana en la región rusa de Kursk continúa ganando impulso, según informes recientes. Kiev afirma haber logrado nuevos avances territoriales, capturado más prisioneros y destruido un avión bombardero enemigo en lo que se considera la mayor incursión extranjera en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial.
El presidente Volodymyr Zelenskyy anunció progresos de entre uno y dos kilómetros en varias áreas, además de la captura de más de 100 prisioneros rusos. El Estado Mayor ucraniano también reportó la destrucción de un avión Su-34, utilizado por Rusia para lanzar bombas contra objetivos ucranianos.
La operación, que inició el 6 de agosto, ha cambiado drásticamente la dinámica del conflicto. Analistas estiman que podría involucrar hasta 10,000 tropas ucranianas respaldadas por blindados y artillería. El comandante militar ucraniano, Oleksandr Syrskyi, afirma haber avanzado en 1,000 kilómetros cuadrados de territorio.
Mientras tanto, la región rusa de Belgorod declaró una emergencia regional debido al intenso bombardeo. El gobernador Vyacheslav Gladkov describió la situación como “extremadamente difícil”, reportando daños a infraestructura civil y evacuaciones.
La incursión ucraniana plantea un dilema estratégico para Rusia, que debe decidir si retirar tropas del frente en Donetsk para defender Kursk. El presidente estadounidense Joe Biden comentó que estos eventos están “creando un verdadero dilema” para Vladimir Putin.
Zelenskyy señaló que la operación también busca levantar el ánimo en Ucrania tras más de 900 días de guerra, instando a la unidad nacional.
