Las fuerzas armadas de Ucrania informaron que lograron interceptar y destruir 18 de los 19 drones lanzados por Rusia durante la madrugada del martes en un ataque que afectó varias regiones del país, incluidas Dnipropetrovsk, Mikolayiv, Odesa, Ternopil y Vinnytsia. La operación fue parte de un esfuerzo continuo por reforzar las defensas aéreas en medio de una escalada de ataques en el conflicto en curso.
La defensa aérea ucraniana también reportó que Rusia lanzó dos misiles balísticos desde la península de Crimea, actualmente bajo control ruso, intensificando la presión sobre el centro y el oeste de Ucrania. Según el gobernador de Odesa, Oleh Kiper, el ataque con drones en su región se prolongó por más de cuatro horas, causando incendios en un edificio de apartamentos de la ciudad de Chornomorsk y en un inmueble administrativo del distrito de Odesa.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber derribado 14 drones ucranianos en la región de Belgorod, situada en la frontera con Ucrania, así como dos más sobre el mar Negro, en un intercambio de operaciones aéreas que demuestra la creciente intensidad de la guerra en la zona.
Ante la nueva oleada de ataques, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, hizo un llamado a sus aliados internacionales para fortalecer las defensas antiaéreas del país y proteger a la población civil. “Es fundamental que las naciones que poseen sistemas avanzados de defensa, como los misiles Patriot, los utilicen para salvaguardar vidas, en lugar de mantenerlos almacenados”, señaló Zelenskyy en un discurso que coincidió con el anuncio de los recientes ataques.
Estas declaraciones se producen en vísperas de una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, encabezado por Estados Unidos, que coordina la entrega de ayuda militar a Kiev desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. El encuentro, que reunirá a representantes de varios países, busca asegurar un suministro continuo de armamento y apoyo logístico para contrarrestar la ofensiva rusa.
El conflicto sigue dejando huella en las principales regiones del país, con un constante intercambio de fuego y ataques aéreos que mantienen a la población en alerta. La defensa ucraniana, no obstante, ha mostrado su capacidad para repeler estas agresiones, frustrando gran parte de los intentos rusos de obtener ventajas estratégicas en el terreno.
