El screen hacking es una técnica de hackeo relativamente nueva que está ganando popularidad entre los ciberdelincuentes. Esta técnica permite a los hackers acceder y tomar el control del dispositivo de la víctima para capturar información importante, incluyendo contraseñas, números de tarjetas de crédito y otra información personal.
El screen hacking implica tomar el control remoto del dispositivo de la víctima y grabar su pantalla en tiempo real, lo que permite a los atacantes ver y grabar toda la actividad que ocurre en el dispositivo. Para llevar a cabo un ataque de screen hacking, los atacantes suelen utilizar técnicas de phishing o malware para infectar el dispositivo de la víctima y tomar control del mismo.
Una vez que los atacantes han tomado el control del dispositivo, pueden acceder a toda la información que se muestra en la pantalla, incluyendo correos electrónicos, mensajes de texto, aplicaciones de banca en línea y más. Esto significa que los hackers pueden robar información confidencial como nombres de usuario, contraseñas, información de tarjetas de crédito y otra información personal.
El screen hacking no se limita solo a los dispositivos de escritorio y portátiles, también puede afectar a dispositivos móviles, como teléfonos inteligentes y tabletas. De hecho, los dispositivos móviles son cada vez más vulnerables a los ataques de screen hacking debido al uso cada vez mayor de aplicaciones de banca móvil y otras aplicaciones sensibles.
FOTO: EFE