La noche del 29 de noviembre, los mediadores en la guerra entre Israel y Hamas trabajaron para lograr otra extensión de una pausa en los combates de seis días que comenzaría inmediatamente a partir del 30 de noviembre.
Israel también comunicó que está dispuesto a continuar el alto el fuego si Hamás sigue liberando rehenes. Sin embargo, el primer ministro Benjamín Netanyahu reafirmó su compromiso de continuar con la guerra y buscar la destrucción del grupo terrorista.
“En los últimos días he escuchado la pregunta de si, una vez agotada esta fase de retorno de nuestros secuestrados, ¿Israel volverá a luchar? Entonces mi respuesta es un rotundo sí. No hay posibilidad de que no reanudemos la lucha hasta el final”.
Mientras tanto, Hamás liberó a 10 rehenes israelíes más, incluido uno con ciudadanía estadounidense. El presidente Biden confirmó que ahora se encuentra a salvo en Egipto.
Hamás también liberó a dos rusos y cuatro tailandeses que fueron expulsados a Egipto. Israel también estaba liberando de prisión a 30 palestinos, entre ellos 16 menores y 14 mujeres. Hamás también afirmó que el rehén más joven, Kfir Bibas, de 10 meses, murió en un bombardeo israelí antes del alto al fuego. El grupo dijo que el hermano de 4 años del niño y su madre también murieron. El ejército israelí dijo que ahora está investigando esa afirmación.
Y en Cisjordania, funcionarios de salud palestinos dijeron que las tropas israelíes mataron a dos niños durante una redada en Jenin. Fueron identificados como Adam Samer Al-Ghoul, de 8 años, y Basil Suleiman Abu Al-Wafa, de 15. El ejército israelí no confirmó el tiroteo, pero sí dijo que las tropas mataron a dos militantes de la Jihad Islámica en otro tiroteo incidente.
Por otro lado, Aaron David Miller, miembro principal del Carnegie Endowment for International Peace y antiguo funcionario del Departamento de Estado tanto en administraciones demócratas como republicanas comentó estas y otras actualizaciones sobre el combate.
“Creo que, desde la perspectiva israelí, el gobierno de Netanyahu no tiene más remedio que seguir el cruel juego de Hamás” dijo Miller.
“Si, de hecho, Hamás tiene más mujeres y niños, tal vez un número cercano a 20, creo que los israelíes están perfectamente preparados para continuar con la liberación de rehenes por prisión. Y los diplomáticos, estadounidenses, qataríes y egipcios todavía están trabajando, tal vez, en un conjunto más amplio de intercambios que podrían involucrar a hombres y mujeres adultos, militares de reserva y militares en servicio activo que Hamas mantiene. Así que, creo que, en este momento sería beneficioso para los intereses tanto de Hamas como de Israel si, de hecho, se puede crear un canal predecible y confiable en los próximos días para continuar con el intercambio de rehenes por prisioneros. Sin embargo, en algún momento la cuerda se acabará. No hay duda al respecto” dijo Miller.
Hamás ha dicho que exigirá un precio más alto para el personal militar incluyendo hombres lo suficientemente jóvenes para el servicio militar que están en calidad de rehenes.
En el 2011, los israelíes intercambiaron 1.079 prisioneros palestinos en cárceles israelíes a cambio del regreso de Gilad Shalit. Con este antecedente, Miller dijo que habrá que esperar y que no está seguro de que los israelíes estén dispuestos, dependiendo de cuáles sean las condiciones de Hamás, a jugar ese juego.
Parte del problema es que no todos estos rehenes están controlados por Hamás. La Jihad Islámica de Palestina tiene algunos. Y si los informes son ciertos, entonces algunas de estas familias o clanes han tomado rehenes después del 7 de octubre en un esfuerzo por intercambiarlos por dinero o algún otro trato.
El Primer Ministro Netanyahu está convencido de que los combates se reanudarán cuando se levante la tregua, pero ¿existe algún universo en el que esta serie de extensiones a corto plazo puedan conducir a un alto el fuego a más largo plazo para poner fin a esta guerra?
Aarón David Miller cree que, las posibilidades de que eso suceda, son absolutamente nulas. “Eso, por supuesto, le daría a Hamás una victoria extraordinaria. Para poder sobrevivir a este ataque, para conseguir prisioneros palestinos en el proceso, para llevar a cabo el mayor ataque terrorista de la historia en el Estado de Israel, en el día más sangriento para los judíos desde el Holocausto nazi, en caso de que se produjera tal alto al fuego, propuesto, dudo que los israelíes lo acepten”.
Ahora mismo, Estados Unidos, su aliado clave, la administración Biden, tampoco parece estar interesado en ello y puede tener un impacto en la configuración o remodelación de lo que los israelíes planean hacer en Gaza en un esfuerzo por intentar minimizar las trágicas muertes exponenciales de palestinos que se han visto y la destrucción en el norte de Gaza.
Y en cuanto a la meta de Israel que es erradicar a Hamás. Miller opinó que: “Si la guerra se hubiera detenido hoy, los israelíes habrían fracasado.
“La estructura militar de Hamás sobre tierra y bajo tierra, es decir, su liderazgo, permanece intacto. Incluso en el norte de Gaza, donde han operado los israelíes, todavía hay presencia de Hamás. Así que creo que el objetivo israelí, la erradicación de Hamás, el asesinato de todos sus altos dirigentes, si lo que los israelíes pretenden con eso es que no habrá una presencia residual de Hamás y que Hamás no sobrevivirá de alguna manera, ni siquiera como movimiento político, creo que eso probablemente sea inalcanzable” dijo Miller.
“El costo aquí es un problema, no estamos hablando de semanas, sino de meses, si hablamos de una estrategia de erradicación. No estoy seguro de que sea posible lograrlo. Y un último punto. No van a eliminar a Hamás como organización. Es la encarnación de una idea, y esa idea es la destrucción de Israel y la creación de un Estado Islámico. Es probable que esa idea siga viva, triste y trágicamente, en las mentes de demasiados palestinos, quienes ahora mismo, creo que toda una generación, se verá moldeada y traumatizada por esta guerra, por no mencionar a los israelíes, que también salen altamente afectados por este conflicto”.
“No se necesitan muchas esperanzas o promesas para que surjan líderes en ambos lados para convertir este desfile de horrores en algo que consideraríamos una resolución equitativa y duradera del conflicto palestino-israelí. Me temo que estamos mucho más lejos de ese punto después del 7 de octubre”.
