COLORADO SPRINGS. – Una mujer ha sido acusada de varios delitos graves después de que supuestamente ató con cinta adhesiva a su cita de Tinder, lo cortó con un cuchillo y luego lo estranguló varias veces.
Lauren Marie Dooley, de 22 años (foto), fue arrestada el miércoles 5 de octubre y acusada de un delito grave de secuestro en segundo grado, agresión en segundo grado y amenazas, según una declaración jurada.
Los oficiales respondieron al complejo de apartamentos donde vivía Dooley, justo antes de las 6:00 p.m. de ese día, estaban allí investigando una llamada de auxilio desconocida.
Cuando llegaron, encontraron a la víctima desnuda en el estacionamiento. El hombre de 21 años sangraba por un corte en el brazo izquierdo y se alejaba de Dooley, “quien parecía tener sangre en los brazos y las manos”, según la declaración jurada.
La policía dijo que la víctima les dijo a los investigadores que “acababa de conocer a Lauren en Tinder” y que habían acordado encontrarse en su apartamento. Poco después de su llegada, Dooley se quitó la ropa y le practicó sexo oral.
Un extracto de la declaración jurada detalla cómo dio un giro la noche:
“Luego usó cinta adhesiva para unir las muñecas [de la víctima] y los tobillos. [La víctima] lo encontró extraño, pero accedió. Sin embargo, cuando Lauren sacó un cuchillo de cocina y le exigió que entrara a su habitación, [la víctima] ya no consintió en quedarse en la residencia”.
Temiendo que Lauren le hiciera daño con el cuchillo, obedeció y se metió en su cama. Lauren se subió encima de él y procedió a usar el cuchillo para cortarle el hombro izquierdo. Luego, Lauren usó ambas manos para aplicar presión directa en la garganta [de la víctima] durante aproximadamente 20 segundos, lo que dificultó la respiración [sic]. Lauren se detuvo, pero solo para conseguir un cinturón que luego colocó alrededor del cuello [de la víctima]. Ella apretó el cinturón por otros 20 segundos, una vez más dificultando la respiración [sic]. Cuando se lo quitó, revisó el cuello [de la víctima] en busca de pulso.
La víctima le dijo a la policía que Dooley ordenó comida de DoorDash y le dijo que, si decía algo, ella lo mataría. Después de comer, se metió en la cama con la víctima y se durmió. Fue entonces cuando pudo liberarse de la cinta adhesiva y salir a escondidas de su apartamento para llamar a la policía. Dooley comparecerá ante el tribunal en estos días.
