En un giro inesperado de los acontecimientos, Brasil, Colombia y México han intensificado sus esfuerzos diplomáticos en relación con las recientes elecciones en Venezuela. Estos países han propuesto una reunión entre el presidente Nicolás Maduro y su principal rival, Edmundo González, en un intento por abordar las controversias surgidas tras los comicios del 28 de julio.
La propuesta, revelada por una fuente diplomática cercana a las negociaciones, busca facilitar un diálogo directo entre los principales actores políticos, excluyendo a la líder opositora María Corina Machado. Esta iniciativa se suma a las peticiones previas de estos países para que se publique información detallada sobre los resultados electorales.
En un comunicado conjunto emitido el jueves, los tres gobiernos instaron a que se den a conocer “los datos desglosados por mesa de votación”, enfatizando la importancia de resolver las disputas electorales por vías institucionales y respetando la soberanía popular mediante una verificación imparcial de los resultados.
Mientras tanto, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela ha ratificado la victoria de Maduro, otorgándole el 51,95% de los votos frente al 43,18% de González. Sin embargo, la oposición cuestiona estos resultados, afirmando que sus propios cálculos muestran una ventaja significativa para González.
La situación ha generado preocupación internacional, con líderes de comisiones de Asuntos Exteriores de Estados Unidos y Europa condenando la gestión del proceso electoral por parte del gobierno venezolano.
En medio de este clima de tensión, se reportó un incidente en la sede del movimiento Vente Venezuela, liderado por Machado, donde hombres encapuchados irrumpieron y sustrajeron equipos, posiblemente en busca de actas de votación.
La crisis electoral en Venezuela continúa desarrollándose, con implicaciones que trascienden sus fronteras y ponen a prueba las relaciones diplomáticas en la región.
