La intensa sequía que afecta a Ecuador ha generado cortes prolongados en el suministro eléctrico, alcanzando hasta 11 horas diarias en algunas regiones debido a la baja capacidad de generación en las principales plantas hidroeléctricas. Además, en Quito, la falta de agua ha llevado a racionamientos de hasta 12 horas diarias en varios sectores de la ciudad.
Los racionamientos de agua en el centro y sur de Quito comenzaron la semana pasada, pero se han intensificado desde este lunes, afectando a los residentes con cortes que van desde las 7:00 hasta las 19:00 horas locales (12:00 a 24:00 GMT). En otras áreas de la capital, los cortes se producen en la noche, de 19:00 a 7:00 horas (24:00 a 12:00 GMT).
Esta escasez se debe a la falta de lluvias en las principales cuencas hídricas durante los últimos 50 días, según informó la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps). El río Pita, que abastece a la planta de tratamiento de Puengasí, ha sufrido una disminución significativa en su caudal, pasando de aportar 300 litros por segundo a mucho menos, según Mirely Segovia, jefa del Departamento de Producción de Epmaps. “Perdemos entre 10 y 20 litros de caudal por día, lo que empeora la situación”, señaló Segovia.
La planta de Puengasí, una de las 21 que abastecen de agua a Quito, se ha visto especialmente afectada, dejando sin suministro a unas 146,000 personas en barrios que dependen de esta fuente. Segovia advirtió que los racionamientos están siendo controlados, pero podrían extenderse a más zonas si la situación no mejora.
“Hacemos un llamado al uso responsable del agua. Es importante evitar desperdicios, como lavar autos con manguera o tomar duchas prolongadas”, enfatizó Segovia. La demanda de agua ha aumentado en esta temporada seca, pasando de los 160 litros habituales por persona al día, a 220 litros.
Además de la falta de agua, los cortes eléctricos también han afectado el suministro en las zonas altas de la ciudad, donde el agua debe ser bombeada. “Cuanto más duren los apagones, más lento será el restablecimiento del servicio de agua”, advirtió Epmaps en un comunicado.
Residentes como Marianita de Jesús Manobanda, que vive en las zonas altas de Quito, expresaron su preocupación: “No tenemos agua para las tareas básicas como el baño o lavar platos y ropa. Necesitamos que envíen camiones cisterna”.
La crisis hídrica no se limita solo a Quito. En Cuenca, por ejemplo, la sequía ha dejado a muchos ríos casi secos después de más de 70 días sin lluvias. Para promover el ahorro de agua, las autoridades municipales han decidido apagar las fuentes decorativas del centro histórico, que operan con sistemas de recirculación.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha calificado esta sequía como “la peor en los últimos 61 años”. Aunque no se prevén lluvias a corto plazo, las autoridades mantienen la esperanza de que las precipitaciones lleguen pronto para aliviar la situación.