La llegada de una reliquia de San Judas Tadeo a México ha desatado una ola de fervor religioso sin precedentes. Miles de fieles se han congregado para venerar el hueso del brazo del santo, conocido como el patrono de las causas imposibles.
Desde su arribo el 29 de julio, proveniente del Vaticano, la reliquia ha recorrido diversas ciudades mexicanas, atrayendo a multitudes de devotos. En Puebla, donde se espera la visita de hasta 80,000 personas, la coordinadora de la gira, Georgina Cid Díaz, destacó la importancia del evento para los creyentes.
La Catedral Metropolitana de Puebla se ha convertido en el epicentro de esta manifestación de fe. Desde la madrugada, los fieles hacen fila para participar en las misas y bendecir sus objetos religiosos. El ambiente se carga de emoción cuando la reliquia ingresa al recinto, provocando lágrimas y oraciones entre los presentes.
María Antonia González, una de las devotas, compartió su experiencia: “Estar cerca de alguien que conoció a Jesús es indescriptible. Pido por la paz en nuestro México”. Por su parte, María Elena González confía en la intercesión del santo para la salud de su nieto, mientras que Rosa Fernández agradece la ayuda recibida en su vida familiar.
Esta demostración masiva de fe refleja la importancia del catolicismo en México, país que ocupa el segundo lugar mundial en número de católicos. Según el último censo del Inegi, más de 97,8 millones de mexicanos profesan esta religión, representando el 77,7% de la población total.
La gira de la reliquia de San Judas Tadeo no solo es un evento religioso, sino también un fenómeno social que une a millones de mexicanos en torno a la esperanza y la fe en tiempos difíciles.