Sin importar quién ocupe la silla presidencial tras las elecciones de junio en México, la nueva jefatura del país tendrá que enfrentarse a desafíos en seguridad, estabilidad económica, democracia, educación, igualdad de género y la relación con EEUU, que también decidirá su futuro este 2024.
Fortalecer la democracia, estimular el crecimiento económico, proteger los derechos humanos, solucionar la inseguridad y afianzar la relación con aliados claves como Estados Unidos, serán algunos de los retos que enfrentará quien herede la presidencia de México en los históricos comicios de junio próximo, advierten analistas.
La participación de más de 99 millones de votantes hace de estas elecciones las más grandes en la historia de la nación, donde serán elegidos unos 20.000 cargos locales, estatales y nacionales, además de la Jefatura del Estado, que quedará por primera vez en manos de una mujer.
Sin importar quien herede la jefatura entre las dos candidatas principales: la oficialista Claudia Sheinbaum y Xóchilt Gálvez, de la opositora Coalición Fuerza y Corazón por México, “existen desafíos y oportunidades que el gobernante del país tendrá que enfrentar y ojalá aprovechar”, dijo la analista Lila Abed, la directora interina del Instituto México del Wilson Center.
Entre las áreas donde tendrá que trabajar la nueva presidenta mexicana “destacan la inseguridad y la presencia del crimen organizado, la falta de transparencia y la ausencia de un Estado de derecho, el acceso a la salud y los medicamentos”, especificó Abed en un seminario virtual auspiciado por el centro de pensamiento con sede en Washington.
“Así como mantener la estabilidad fiscal y estimular la economía, asegurar el suministro de energía y de agua, disminuir la pobreza y los feminicidios, mejorar la calidad de la educación, generar oportunidades para los jóvenes, ofrecer programas sociales para los sectores más vulnerables”, enumeró.
La periodista e investigadora insistió además en la necesidad de “desarrollar una política exterior que logre acercar a México con sus principales aliados en la comunidad internacional, fortalecer la democracia y proteger los derechos humanos de todos los ciudadanos”.
Democracia y la financiación del gasto público
La protección de los derechos ciudadanos y el Estado de Derecho es uno de los temas más sensibles en el país norteamericano, y entre los principales escollos que tendrá que salvar la nueva mandataria, que heredará una nación con un “régimen híbrido, en donde las prácticas autoritarias conviven con procedimientos e instituciones democráticas”, advirtió la activista de DDHH, Maria Elena Morera.
Según la directora de la oenegé Causa en Común, la parte autoritaria “está amenazando cada vez más con ganar terreno” sobre la democrática. “La democracia está en riesgo y tendrá que afrontar retos muy importantes”, dijo Morera, quien citó el índice de Democracia publicado por The Economist, donde México descendió 19 lugares en los últimos seis años.