El gobierno colombiano llevó a cabo el primer vuelo humanitario de repatriación desde el Líbano, trayendo de regreso a más de 100 connacionales que decidieron abandonar el país debido a la escalada del conflicto armado entre Israel y Hezbolá. La operación, organizada por la Cancillería, busca salvaguardar la seguridad de los colombianos afectados por el aumento de los enfrentamientos en la región.
Islam el Hamed Mourad, una colombiana residente en el Líbano durante los últimos ocho años, llegó a Bogotá acompañada de sus tres hijos pequeños. Conmovida por la situación, narró cómo tuvo que dejar atrás a su esposo para escapar de los bombardeos. “Vivo en el Líbano completamente feliz y ahora me tocó salir huyendo con mis hijos, dejando a mi esposo con mucho dolor allá”, expresó Mourad, quien, vestida con un hijab negro, hizo un llamado a las autoridades colombianas para que continúen con los vuelos humanitarios y ayuden a otros colombianos que permanecen en territorio libanés. “Israel está bombardeando de una forma increíble, sin piedad para niños, adolescentes, ancianos y mujeres”, agregó.
El avión de la Fuerza Aérea Colombiana que realizó la misión partió de Bogotá el sábado con un cargamento de ayuda humanitaria para el Líbano. El miércoles despegó desde Beirut con destino a Colombia, llevando a bordo a 117 colombianos, incluidos más de 50 menores de edad, según informó la Cancillería. El canciller Luis Gilberto Murillo detalló que entre los repatriados había una persona en delicado estado de salud que requería asistencia médica constante. Para atender cualquier eventualidad durante el vuelo, se dispuso de un equipo médico a bordo.
Murillo describió la operación como una decisión compleja y de alto riesgo, ya que se llevó a cabo en medio de una situación tensa. “Fue una misión de hora y media desde Chipre hasta el Líbano, y aunque fue riesgosa, era necesario brindar apoyo a nuestros connacionales”, explicó el canciller.
El conflicto en la región se intensificó después de que el sábado se registrara la muerte de un alto líder de Hezbolá a manos de Israel. En respuesta, se produjeron ataques con misiles y un aumento de las incursiones terrestres en territorio libanés, lo que llevó a una escalada de violencia en la zona.
A través de un comunicado oficial, el gobierno de Colombia condenó los ataques en el Medio Oriente y reiteró su llamado a un cese inmediato de las hostilidades. “Rechazamos cualquier acción que ponga en riesgo a la población civil y hacemos un llamado a la paz y al diálogo”, señaló el texto, refiriéndose a los bombardeos realizados tanto por Israel como por otras partes en conflicto.
Colombia, que rompió relaciones diplomáticas con Israel en mayo pasado tras calificar como “genocidio” las acciones militares en Gaza, aboga por el respeto a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, así como por una solución negociada que permita el cese al fuego y la liberación de rehenes.
El canciller Murillo también adelantó que ya se están evaluando las condiciones para un segundo vuelo humanitario que podría repatriar a cerca de 200 colombianos adicionales, siempre y cuando la situación en el Líbano lo permita. Además, informó que el gobierno tiene previsto enviar más vuelos con ayuda humanitaria tanto a Líbano como a Gaza para apoyar a la población civil afectada por la guerra.