El embajador saliente de Estados Unidos en México, Ken Salazar, destacó que para contener el flujo migratorio irregular en 2025, el control debe concentrarse en el sur de México, particularmente en el Istmo de Tehuantepec y la frontera con Guatemala. Según el diplomático, estos puntos estratégicos resultan más efectivos y manejables que los más de 3,000 kilómetros de la frontera entre ambos países.
Durante una conferencia de prensa en Ciudad de México, Salazar aseguró que la frontera entre Estados Unidos y México “está quebrada y la tenemos que componer”, pero enfatizó que es fundamental una “planificación conjunta” entre ambas naciones para asignar recursos y reforzar los cinturones de seguridad en el sur mexicano.
El Istmo de Tehuantepec, una región de aproximadamente 300 kilómetros que conecta el Océano Pacífico con el Golfo de México, ha demostrado ser un punto clave para el control migratorio. Según Salazar, este enfoque estratégico no solo facilita la vigilancia, sino que también ha frenado el avance de caravanas migrantes en el pasado.
Además, destacó el papel de Guatemala como aliado clave en la contención migratoria desde la primera administración de Donald Trump, y mencionó la necesidad de mantener y fortalecer esta cooperación en los próximos años.
Por último, el embajador reconoció la importancia del Tren Interoceánico, un proyecto que busca traer desarrollo económico al istmo, aunque ha generado críticas por su impacto en comunidades indígenas y dudas sobre su viabilidad financiera.