¿Sabías que un simple gesto como subir escaleras puede traer grandes beneficios a tu salud física y mental? Más allá de los récords extremos, esta actividad cotidiana mejora tu resistencia, fortalece tus músculos y estimula tu cerebro.
Sean Greasley, por ejemplo, subió y bajó el equivalente a la altura del monte Everest (8.849 metros) en menos de 23 horas, sin salir de su casa en Las Vegas. Esta hazaña lo llevó a romper un récord mundial y a popularizar aún más el “towerrunning”, un deporte que consiste en subir escaleras dentro de grandes edificios.
Pero no necesitas ir tan lejos. Integrar algunos tramos de escaleras a tu día puede tener un impacto sorprendente. Estudios recientes han demostrado que subir escaleras:
- Mejora el equilibrio y la fuerza de las piernas.
- Aumenta la capacidad cardiorrespiratoria.
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Estimula la memoria, la concentración y el pensamiento creativo.
Este tipo de actividad breve y espontánea, conocida como snacktivity, es ideal para quienes pasan mucho tiempo sentados. Incluso periodos de 1 minuto subiendo escaleras pueden ayudar a mejorar la salud general, sin necesidad de equipo, membresías de gimnasio o largas rutinas.
Además, se ha comprobado que subir y bajar escaleras produce distintos beneficios musculares. Subirlas implica contracciones concéntricas que fortalecen y elevan el ritmo cardíaco, mientras que bajarlas favorece el crecimiento muscular gracias a las contracciones excéntricas.
¿Y el cerebro? Investigadores en Suecia y Japón han encontrado que esta práctica mejora la capacidad para resolver problemas, la flexibilidad mental e incluso el estado de ánimo. Subir dos tramos puede bastar para mejorar tu concentración y bajar escaleras puede aumentar tu creatividad hasta en un 60%.
No hay una cifra exacta de “cuántos escalones al día” debemos subir, pero algunos estudios indican que superar cinco tramos diarios (aproximadamente 50 escalones) se asocia con menor riesgo de enfermedades del corazón.
Y si no puedes hacerlo todo de una vez, hay buenas noticias: dividir la actividad en pequeñas dosis durante el día puede ser igual de beneficioso y más agradable. Así lo confirma un estudio en oficinas, donde la mayoría de los participantes prefirió hacer varios mini ejercicios de escaleras que una sesión intensa.
Por supuesto, esta práctica no es para todos. Personas con problemas de movilidad o dolor de rodillas deben consultar con un profesional antes de adoptarla. Sin embargo, si puedes hacerlo, tomar las escaleras es una decisión simple que tu cuerpo y mente agradecerán. ¿Te animas?