Con casi 10,000 casos confirmados en seis países de América Latina, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una nueva alerta sobre la fiebre de Oropouche (OROV). La organización ha instado a los gobiernos a reforzar la vigilancia epidemiológica y a adoptar medidas más estrictas para controlar la propagación del virus y prevenir nuevos brotes.
Este año, la fiebre de Oropouche ha afectado a áreas previamente libres de transmisión, provocando varias muertes, incluidas algunas por transmisión de madre a hijo. Desde la última alerta emitida el 1 de agosto de 2024, se han registrado 1,774 nuevos casos, elevando el total a 9,852 en seis países, siendo Brasil el más afectado con 7,931 casos y dos muertes confirmadas.
Situación por países
Además de Brasil, otros países que han registrado un aumento de casos son Bolivia (356), Colombia (74), Cuba (506), Perú (930) y la República Dominicana (33), que reportó su primer brote recientemente. También se han detectado casos importados en Estados Unidos (21), Canadá (1) y Europa (30), todos vinculados a viajeros que estuvieron en zonas afectadas por el virus.
Una de las preocupaciones más graves es la transmisión vertical del virus. En Brasil, ya se ha confirmado la muerte de un feto y se han reportado anomalías congénitas en bebés infectados. Las autoridades están investigando otros casos de muertes fetales y abortos relacionados con la fiebre de Oropouche.
¿Qué es la fiebre de Oropouche?
La fiebre de Oropouche es una enfermedad viral transmitida principalmente por la picadura de mosquitos del género Culicoides. Este virus es endémico en zonas tropicales de América Latina, especialmente en la región amazónica de Brasil. Los síntomas incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso y dolores musculares y articulares. En casos graves, la enfermedad puede derivar en meningitis o encefalitis. No existe un tratamiento específico para la fiebre de Oropouche, lo que hace que la prevención sea crucial para controlar la enfermedad.
Recomendaciones de la OPS
Dado el aumento de casos, la OPS ha reiterado la importancia de aplicar medidas preventivas, especialmente para proteger a mujeres embarazadas. Entre las recomendaciones destacan:
• Instalar mosquiteros en puertas y ventanas con orificios menores a 1 mm.
• Usar ropa de manga larga y pantalones largos para evitar picaduras.
• Aplicar repelente en las zonas de la piel expuestas.
• Evitar actividades al aire libre al amanecer y atardecer, momentos en los que los mosquitos son más activos.
• Buscar atención médica inmediata ante la aparición de síntomas sospechosos.
La Dra. Dadília Garcés, epidemióloga del Miami-Dade College, señaló la importancia de evitar la exposición durante las primeras horas del día y al atardecer. También subrayó la necesidad de eliminar los criaderos de mosquitos, manteniendo los patios libres de maleza y evitando el estancamiento de agua, especialmente durante la temporada de lluvias.
Estrategias regionales para frenar el brote
La OPS está trabajando con los países afectados para contener la expansión del virus. Recientemente, se organizó un seminario sobre la vigilancia entomológica y el control del mosquito Culicoides paraensis, principal vector del virus Oropouche. En este evento, expertos de la OPS, la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos discutieron mejores prácticas para el control de vectores y la vigilancia epidemiológica.
Las autoridades sanitarias continúan en alerta, monitoreando de cerca la evolución del brote y aplicando las medidas necesarias para proteger la salud pública en la región.
