El mundo del entretenimiento se estremece ante las recientes revelaciones en el caso legal contra Sean “Diddy” Combs, figura icónica de la música hip-hop y empresario del espectáculo. A medida que se acerca la fecha de su juicio, previsto para el 5 de mayo de 2025, una avalancha de nuevas acusaciones ha salido a la luz, pintando un cuadro cada vez más sombrío de las presuntas actividades del magnate musical.
El Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York se ha convertido en el epicentro de esta tormenta legal, con la presentación de al menos seis nuevas demandas el pasado lunes. Estas acusaciones, que abarcan casi una década desde 1998 hasta 2006, incluyen cargos de agresión sexual, violación y administración no consentida de sustancias.
Entre las alegaciones más impactantes se encuentra el testimonio de un demandante anónimo, identificado como “John Doe”, quien afirma haber sido víctima de un perturbador “rito de iniciación” a la tierna edad de 16 años. Según el relato, este incidente habría ocurrido durante una de las famosas “fiestas blancas” de Combs en los Hamptons en 1998. La demanda detalla cómo el productor supuestamente se aprovechó de su posición de poder, prometiendo fama y éxito al joven antes de someterlo a actos inapropiados.
Otra acusación proviene de un ex agente de seguridad que trabajó en un evento de Combs en 2006. Este individuo alega haber sido drogado y posteriormente agredido sexualmente en una camioneta, lo que añade una capa más de gravedad a las acusaciones contra el productor.
Los abogados Tony Buzbee y Andrew Van Arsdale, representantes de los demandantes, han sugerido que estas acusaciones son apenas la punta del iceberg. Afirman estar representando a más de 120 presuntas víctimas, incluyendo menores de edad, lo que podría ampliar significativamente el alcance del caso.
Frente a estas acusaciones, el equipo legal de Combs ha emitido un comunicado defendiendo la inocencia de su cliente. Expresan su confianza en los hechos, las defensas legales y la integridad del proceso judicial, asegurando que “el señor Combs nunca ha agredido sexualmente a nadie”.
Estas nuevas alegaciones se suman a los cargos federales por los que Combs fue arrestado el 16 de septiembre, que incluyen conspiración para cometer crimen organizado, tráfico sexual y transporte para ejercer la prostitución. El rapero y productor permanece bajo custodia federal mientras espera el inicio de su juicio.
La fiscalía estima que la presentación de estos casos tomará aproximadamente tres semanas, mientras que la defensa ha indicado que necesitará una semana para exponer sus argumentos.
A medida que se acerca la fecha del juicio, la industria musical y el público en general observan con atención cómo se desarrollará este caso de alto perfil, que promete tener repercusiones significativas en el mundo del entretenimiento y más allá.
