Con los años, tanto los dientes como los tratamientos que se les realizan sufren desgaste. Los empastes dentales, por ejemplo, pueden dejar de cumplir su función aun cuando no presenten dolor o molestias. Esto genera una duda común: ¿siguen siendo efectivos mis empastes o debería reemplazarlos?
Revisar su estado periódicamente es esencial para prevenir complicaciones, caries ocultas o incluso la pérdida de una pieza dental. A continuación, te contamos cómo identificar si tu empaste necesita ser cambiado y qué factores debes tener en cuenta.
La importancia de las revisiones dentales
Un empaste puede durar muchos años, pero no es eterno. Su duración depende del material utilizado, la técnica empleada y los hábitos de higiene de cada persona. Durante las consultas odontológicas, el especialista revisa no solo la salud general de tus dientes, sino también la condición de los empastes. En ocasiones, es necesario realizar radiografías para detectar problemas invisibles a simple vista.
Si no se revisan a tiempo, los empastes dañados pueden causar infecciones, nuevas caries o incluso la pérdida dental. Por eso, la prevención y el control profesional son la mejor forma de proteger tu sonrisa.
Señales de que debes cambiar un empaste
Existen varias razones por las que un empaste puede necesitar reemplazo:
- Nuevas caries en el mismo diente
Con el tiempo, la unión entre diente y empaste puede abrirse, dejando espacio para bacterias. Esto genera caries que deben tratarse antes de colocar un nuevo relleno. - Oscurecimiento o desgaste del empaste
Los empastes de amalgama (los “rellenos metálicos”) pueden perder estética o agrietarse. Aunque sigan siendo funcionales, muchas personas prefieren sustituirlos por materiales modernos de resina, más naturales y seguros. - Dolor o sensibilidad al masticar
Molestias con alimentos fríos, calientes o dulces pueden indicar filtraciones o daño en el empaste. - Fracturas visibles
Con los años, el material puede romperse o desgastarse, favoreciendo la acumulación de bacterias y restos de comida. - Reacciones poco comunes
En casos aislados, los empastes con metales pueden causar irritación o sensibilidad. Ante estas señales, lo mejor es consultar de inmediato al odontólogo.
La decisión final: clínica, no solo estética
Aunque muchas personas buscan reemplazar sus empastes por motivos estéticos, lo más recomendable es hacerlo cuando exista una razón clínica real. Solo el dentista puede determinar si el empaste aún es funcional o si debe cambiarse.
Recuerda: cambiar un empaste no siempre es urgente, pero la revisión periódica, la higiene adecuada y las visitas regulares al especialista son la mejor garantía para mantener tu salud bucal en perfecto estado.