La sonda Blue Ghost, desarrollada por la empresa Firefly Aerospace, logró alunizar con éxito en Mare Crisium, marcando un hito en la exploración espacial. Esta misión se convierte en la segunda de carácter privado en alcanzar la Luna y la primera en hacerlo con un aterrizaje completamente vertical.
Tras seis semanas de viaje, la nave tocó la superficie lunar este domingo 2 de marzo de 2025 como parte del programa Artemis de la NASA, cuyo objetivo es establecer una presencia humana sostenible en la Luna a finales de la década.
Un aterrizaje histórico
La misión se realizó con la ayuda de diez instrumentos científicos diseñados para analizar la composición del suelo, las características geofísicas y la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre. Desde el control de la misión en Austin, Texas, los ingenieros celebraron el éxito del alunizaje con la exclamación: ”¡Llegamos a la Luna!”
Innovaciones clave para la exploración lunar
Uno de los avances más importantes de la misión es el experimento Lunar GNSS Receiver Experiment (LuGRE), que logró rastrear señales del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) a 400,000 kilómetros de distancia, estableciendo un récord. Este hallazgo podría facilitar el uso de constelaciones de satélites como GPS y Galileo para futuras misiones en la Luna.
El presidente de Firefly Aerospace, Jason Kim, confirmó que la nave aterrizó en posición vertical y estable, en contraste con la primera misión privada que, en febrero, terminó recostada en la superficie.
Bautizada como “Ghost Riders in the Sky”, en honor a una clásica canción country, esta misión refleja el compromiso de la NASA con el sector privado para reducir costos y avanzar en el regreso de astronautas a la Luna.