El este de Los Ángeles se enfrenta a una crisis ambiental sin precedentes. Un feroz incendio forestal, bautizado como “Line Fire”, arrasa las faldas del Bosque Nacional de San Bernardino, poniendo en peligro más de 35,000 estructuras y forzando la evacuación de cientos de residentes.
El domingo, las llamas habían devorado ya cerca de 70 kilómetros cuadrados de vegetación, creando una densa cortina de humo sobre la región. La intensidad del fuego ha generado sus propios fenómenos meteorológicos, incluidas nubes pirocúmulos que amenazan con complicar aún más la situación.
Los bomberos luchan contra múltiples desafíos:
- Terreno escarpado que dificulta el acceso
- Ola de calor con temperaturas superiores a 38°C
- Posibles tormentas eléctricas que podrían avivar las llamas
Las autoridades han declarado el estado de emergencia, emitiendo órdenes de evacuación para varias comunidades, incluyendo Running Springs y Arrowbear Lake.
Steven Michael King, residente de Running Springs, compartió su experiencia: “Tuve que tomar una decisión rápida. ¿Qué es peor, quedar atrapado o ir a un refugio?”
El Distrito Escolar Unificado de Redlands ha cancelado las clases del lunes, afectando a unos 20,000 estudiantes. Mientras tanto, el gobernador Gavin Newsom ha proclamado el estado de emergencia para el condado de San Bernardino.
Con tres bomberos heridos y la amenaza de nuevos focos por las tormentas eléctricas, la lucha contra este devastador incendio promete ser ardua en los próximos días.