El expresidente Donald Trump ha redoblado sus críticas contra su predecesor, Barack Obama, a quien señala como parte de una supuesta conspiración en su contra. Esta ofensiva surge justo cuando resurgen preguntas públicas sobre el caso del empresario Jeffrey Epstein y su presunta red de contactos.
Durante una conferencia reciente, Trump desvió el foco de atención cuando fue consultado sobre una supuesta “lista de clientes” vinculados a Epstein. En lugar de abordar el tema, reiteró su versión de una “cacería de brujas” liderada por Obama y funcionarios de su antigua administración.
Además, Trump respaldó una investigación liderada por Tulsi Gabbard, quien ahora encabeza la Dirección Nacional de Inteligencia, asegurando que existen documentos que confirmarían una operación secreta para sabotear su triunfo en 2016. Afirmó que estos archivos, anteriormente clasificados, comenzarán a divulgarse en los próximos días.
El exmandatario también lanzó acusaciones sin sustento contra otras figuras del Partido Demócrata, como Hillary Clinton, James Comey, James Clapper y el actual presidente Joe Biden. Incluso compartió un video manipulado que simula el arresto de Obama, lo que generó controversia en redes sociales.
Mientras tanto, el FBI ha reiterado que no existe tal “lista de clientes” y mantiene su postura de que Jeffrey Epstein murió por suicidio. Aun así, algunos seguidores de Trump insisten en que se revelen más pruebas relacionadas con el caso.
Estas declaraciones han generado una nueva ola de debates en la opinión pública y en las redes, donde se cruzan denuncias sin verificar, demandas de transparencia y la constante tensión política entre ambos partidos.
