Las autoridades educativas de Texas votarán este viernes sobre una propuesta que permitiría a las escuelas públicas incorporar un currículo opcional basado en enseñanzas de la Biblia, desde el nivel preescolar hasta quinto grado. Este plan ha generado un intenso debate entre padres, docentes y expertos en educación durante una reunión reciente de la Junta Estatal de Educación.
El currículo, desarrollado por la Agencia de Educación de Texas, incluiría conceptos como la Regla de Oro y relatos de libros bíblicos como el Génesis. Aunque su adopción sería voluntaria, las escuelas que lo implementen recibirían financiamiento adicional.
Algunos críticos argumentan que esta medida contradice el carácter laico de las escuelas públicas. Megan Tessler, educadora, señaló que el currículo “no cumple con los estándares de educación imparcial y objetiva” y añadió que “las escuelas deben educar, no adoctrinar”. Por otro lado, defensores como Cindy Asmussen aseguraron que estas enseñanzas representan una base educativa fundamental y forman parte del aprendizaje clásico.
La propuesta refleja una tendencia creciente en otros estados como Oklahoma, donde se intenta incluir la Biblia en los planes educativos, y Luisiana, donde un juez recientemente anuló un requisito para exhibir los Diez Mandamientos en todas las aulas públicas.
Expertos y grupos como la Red de Libertad de Texas cuestionan que el currículo pone demasiado énfasis en el cristianismo y no aborda temas históricos importantes como la esclavitud. Sin embargo, los legisladores republicanos, respaldados por el gobernador Greg Abbott, apoyan la iniciativa como un paso hacia el fortalecimiento de los valores tradicionales.
El debate continuará mientras los votantes esperan la decisión final que podría marcar un cambio significativo en la educación pública de Texas.