Un reciente estudio de un instituto de análisis con sede en Londres ha revelado cómo Rusia ha impulsado contenido engañoso sobre la respuesta del gobierno de Estados Unidos a los huracanes Helene y Milton. Esta estrategia forma parte de un esfuerzo del Kremlin por influir en el discurso público estadounidense de cara a las próximas elecciones presidenciales, señala el informe del Instituto para el Diálogo Estratégico (ISD), organización especializada en rastrear la desinformación y el extremismo en internet.
Según el análisis, los medios estatales rusos y diversas plataformas en redes sociales han difundido mensajes que critican la actuación del gobierno estadounidense frente a los huracanes. Estos mensajes, que incluyen contenidos falsos y manipulados, buscan amplificar las preocupaciones sobre la respuesta de recuperación y proyectar una imagen de incompetencia y corrupción en las autoridades de Estados Unidos. En algunos casos, el contenido también presenta imágenes generadas con inteligencia artificial, como una supuesta inundación en Disney World, la cual nunca ocurrió, según los investigadores.
Esta estrategia de desinformación sigue una práctica frecuente del Kremlin: identificar temas sensibles en Estados Unidos, como la inmigración, el racismo y la economía, y explotarlos para retratar al país como un lugar corrupto e injusto. La investigación detalla que, antes de las elecciones del 5 de noviembre, se ha observado un aumento significativo en la actividad de desinformación rusa, lo cual sería un intento de debilitar a Estados Unidos a nivel interno y externo.
La directora de investigación de ISD, Melanie Smith, explica que “Rusia no está creando estos problemas, simplemente está amplificando los que ya existen en el país”. Entre los contenidos analizados por el ISD se encuentran publicaciones en inglés dirigidas al público estadounidense, así como propaganda en ruso para consumo nacional.
Buena parte de este contenido apunta a criticar a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y al gobierno demócrata liderado por el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. En el contexto de las elecciones, esta campaña parece orientada a socavar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y dividir aún más a la sociedad.
La investigación señala que la invasión rusa de Ucrania continúa siendo una de las principales motivaciones de esta estrategia de desinformación. Al incentivar a los estadounidenses a oponerse al apoyo de su gobierno a Ucrania, Moscú podría asegurar una ventaja geopolítica, advierten analistas y funcionarios. Esta táctica, al explotar los temores y preocupaciones internas de la población, representa un esfuerzo continuo por parte de Rusia para influir en el panorama político de Estados Unidos.