Con el inicio de 2025, Estados Unidos se prepara para una nueva administración presidencial liderada por Donald Trump y un Congreso dominado por los republicanos. Este escenario plantea interrogantes sobre el futuro de la relación entre EEUU y China, marcada por competencia económica y tensiones políticas.
Aranceles y Política Exterior
Trump ha prometido imponer aranceles del 60% al 200% sobre productos chinos, una medida que podría escalar las fricciones comerciales. Durante una entrevista reciente, aseguró que aunque estos aranceles buscarán proteger la economía estadounidense, no pretende iniciar una guerra comercial directa.
Marco Rubio, conocido por su postura firme contra el comunismo, ha sido nominado como secretario de Estado, lo que podría endurecer aún más la política hacia China. Sin embargo, su nominación aún requiere aprobación en el Senado.
Perspectivas de Cooperación
Pese a las tensiones, expertos ven oportunidades para colaborar en áreas clave como la lucha contra el tráfico de precursores químicos del fentanilo. Este problema afecta gravemente a Estados Unidos, donde el abuso de la droga ha causado miles de muertes. China, en respuesta a la presión internacional, anunció controles más estrictos sobre las sustancias químicas utilizadas en su producción.
Posturas Contrastantes
Mientras el Congreso estadounidense evalúa limitar las relaciones comerciales con China, funcionarios chinos, como el viceministro de Comercio Wang Shouwen, han expresado disposición para dialogar y fortalecer vínculos basados en el respeto mutuo.
Aunque la competencia domina las relaciones entre ambas superpotencias, el panorama para 2025 sugiere una combinación de desafíos y oportunidades para redefinir sus interacciones globales.