Los abogados que un juez federal designó para identificar a las familias migrantes que la Administración Trump separó en la frontera sur dicen que aún no han podido localizar a los padres de 545 menores. Al menos dos tercios de esos progenitores fueron deportados a Centroamérica sin sus hijos, según declaró la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU).
La política de “tolerancia cero” que el Gobierno oficializó en 2018 estipulaba la separación de las familias con niños. Sin embargo, la propia Administración reconoció más tarde que esta medida se había estado llevando a cabo desde 2017 en algunos tramos de la frontera y a modo de proyecto piloto.
Muchos de los más de 1,000 padres separados de sus hijos ya habían sido deportados cuando un juez dio la orden de reunificar a las familias. La mayoría de los 2,800 migrantes separados en 2018 bajo la política “tolerancia cero” sí que permanecían bajo la custodia federal cuando una orden ejecutiva acabó con el programa.
“Es fundamental averiguar tanto como sea posible acerca de quién fue el responsable de esta horrible práctica sin perder de vista el hecho de que aún no hemos encontrado a cientos de familias, que permanece separadas”.