La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, reafirmó este lunes su compromiso con las comunidades migrantes de la ciudad, luego de que el Gobierno de Donald Trump presentara una demanda contra las políticas migratorias locales. Durante una conferencia de prensa, Bass calificó la acción legal como un “ataque directo” a la autonomía de la ciudad y aseguró que no permitirá que se vulneren los derechos de quienes viven en ella.
La demanda federal busca anular una ordenanza que impide a las autoridades locales colaborar con agentes de inmigración, una norma clave en la política de “ciudad santuario” de Los Ángeles. Según la alcaldesa, esta medida protege a las personas migrantes del miedo a ser detenidas injustamente y fortalece la confianza comunitaria.
Bass y el presidente del concejo municipal, Marqueece Harris-Dawson, han sido mencionados directamente en la demanda, lo que la funcionaria considera parte de una estrategia ideológica para frenar políticas inclusivas y enviar un mensaje político.
“El gobierno de Trump intenta silenciar nuestros valores de diversidad e inclusión”, afirmó la alcaldesa. También denunció que la ciudad está siendo usada como ejemplo para aplicar políticas migratorias “extremas”, y recordó que Los Ángeles enfrenta además investigaciones federales en otras áreas como transporte, lo que considera una forma de presión coordinada.
El conflicto se intensifica en medio de operativos migratorios recientes en California que han generado protestas. Como respuesta, Trump desplegó 4.000 elementos de la Guardia Nacional sin consulta previa al gobernador, un acto que no se veía en más de 60 años, según autoridades locales.
Bass reiteró que Los Ángeles mantendrá su compromiso con los derechos humanos y no retrocederá ante presiones externas. “Seguiremos siendo una ciudad de acogida, justicia y respeto para todos”, concluyó.