La costa oeste de Florida se encuentra bajo alerta ante la inminente llegada del huracán Milton, que avanza como un peligroso huracán de categoría 4. La preocupación crece, especialmente en la zona de Tampa Bay, un área altamente vulnerable a inundaciones y oleajes debido a su geografía y rápido crecimiento urbano. La última vez que una tormenta de gran magnitud impactó directamente a Tampa fue en 1921, cuando la región era apenas un pequeño poblado.
Hoy en día, Tampa Bay es una de las áreas metropolitanas de más rápido crecimiento en Estados Unidos, con una población que supera los 3 millones de habitantes. Esta expansión ha llevado a muchos expertos a advertir que, tras un siglo de evitar grandes huracanes, la suerte de la ciudad podría estar por agotarse.
¿Por qué Tampa Bay es tan vulnerable a los huracanes?
El Centro Nacional de Huracanes prevé que la llegada de Milton genere oleajes de hasta 3 metros por encima del nivel de marea habitual en Tampa Bay, acompañado de lluvias torrenciales que podrían alcanzar hasta 15 centímetros. La topografía de la costa oeste de Florida, con un lecho marino de suave pendiente, actúa como una trampa natural para el agua de las tormentas, facilitando inundaciones graves cuando los huracanes azotan la región. En contraste, la costa este del estado tiene un lecho marino que desciende bruscamente, lo que reduce la acumulación de agua.
Esta particularidad geográfica hace que la misma tormenta pueda causar efectos muy diferentes en cada costa, incluso si se mantienen las mismas condiciones de intensidad y velocidad de los vientos. La situación se agrava aún más con el impacto del cambio climático, que ha incrementado la frecuencia y severidad de estos fenómenos meteorológicos.
Un área en riesgo y con preparación limitada
Aunque los residentes de Florida están acostumbrados a las tormentas, Tampa Bay no ha enfrentado un huracán de gran magnitud en más de 100 años. Desde 2022, más de 51,000 personas se han mudado a esta zona, atraídas por sus playas de arena blanca y el atractivo estilo de vida costero. Sin embargo, muchos de estos nuevos residentes podrían no estar preparados para un huracán de gran potencia.
El rápido desarrollo urbano de áreas como Clearwater y St. Petersburg ha sumado presión a la infraestructura local, haciendo aún más difícil una evacuación masiva en caso de emergencia. La leyenda local de que la región ha sido protegida por siglos debido a las bendiciones de nativos americanos que habitaron la zona ha llevado a una falsa sensación de seguridad, pero los expertos temen que este mito podría desmoronarse frente a Milton.
¿Cuán preparado está Tampa para enfrentar a Milton?
Aunque Florida cuenta con experiencia en lidiar con tormentas tropicales, la zona de Tampa Bay ha escapado de los peores impactos de huracanes recientes como Irma en 2017, lo que podría haber generado complacencia entre los residentes. Un informe de la firma de análisis de riesgos Karen Clark and Co. identificó a Tampa como la zona más vulnerable a inundaciones en Estados Unidos, con el potencial de sufrir hasta 175,000 millones de dólares en daños si es impactada por un huracán de gran magnitud.
“Un huracán en Tampa es como un cisne negro: improbable, pero devastador cuando sucede”, afirmó Kerry Emanuel, profesor de meteorología del MIT. “La combinación de una gran población, una infraestructura costera en riesgo y la falta de experiencia con huracanes mayores es una receta para el desastre”.
Un precedente alarmante: el huracán de 1921
El último gran huracán en golpear Tampa Bay fue en octubre de 1921. La tormenta, conocida como el huracán de Tarpon Springs, alcanzó la categoría 3 con vientos de hasta 207 km/h y oleajes de 3.3 metros. Aquel evento causó la muerte de al menos ocho personas y dejó daños por 5 millones de dólares, una cifra considerable para la época.
Hoy, con una economía que supera los 200,000 millones de dólares y una infraestructura que no ha sido probada por un gran huracán en más de un siglo, el huracán Milton representa una amenaza significativa. La pregunta que muchos se hacen ahora es si Tampa Bay y sus residentes están preparados para lo que podría ser la tormenta más destructiva en la historia moderna de la región.