En una audiencia celebrada el martes en un tribunal federal de Chicago, Joaquín Guzmán López, descendiente del famoso narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró inocente de los cargos de narcotráfico que se le imputan en Estados Unidos. Este hecho ocurre apenas cinco días después de su arresto, el cual estuvo rodeado de circunstancias poco comunes.
Guzmán López, de aproximadamente 30 años, compareció ante la jueza de distrito Sharon Johnson Coleman para responder a las acusaciones formuladas en su contra en 2023. Estas incluyen cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero, imputaciones que comparte con tres de sus hermanos, conocidos coloquialmente como los “Chapitos”.
La detención de Guzmán López tuvo lugar el jueves pasado cerca de El Paso, Texas, en una operación que también resultó en la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, figura legendaria del narcotráfico mexicano y antiguo socio de “El Chapo”. Según fuentes oficiales estadounidenses, el arresto habría ocurrido bajo circunstancias inusuales, con Guzmán López supuestamente facilitando la entrega de Zambada a las autoridades.
Este caso se suma al historial judicial de la familia Guzmán, cuyo patriarca, “El Chapo”, cumple actualmente cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado tras su extradición y condena en Estados Unidos por múltiples delitos relacionados con el narcotráfico.