El panorama legal del expresidente Donald Trump da un giro inesperado en Washington. Jack Smith, fiscal especial a cargo del caso de interferencia electoral de 2020, ha presentado una acusación renovada que busca adaptarse al reciente fallo de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial.
Esta estrategia jurídica redefine los límites del caso, centrándose en las acciones de Trump como candidato más que como presidente. La nueva acusación elimina referencias a interacciones con el Departamento de Justicia y otros funcionarios federales, enfocándose en acciones consideradas personales y no oficiales.
Puntos clave de la acusación actualizada:
- Elimina menciones a intentos de involucrar al Departamento de Justicia en investigaciones de fraude electoral.
- Omite comunicaciones con altos funcionarios que contradecían las alegaciones de fraude de Trump.
- Enfatiza el “interés personal” de Trump como candidato en el resultado electoral.
- Redefine el discurso previo al 6 de enero como un “mitin político privado”.
- Un nuevo gran jurado presentó la acusación para evitar cuestionamientos sobre la validez del proceso.
Esta maniobra legal busca sortear los obstáculos impuestos por la decisión de la Corte Suprema, que otorgó amplia inmunidad a expresidentes por actos oficiales. El equipo de Smith aspira a mantener vivo el caso, adaptándolo a las nuevas circunstancias legales y preparando el terreno para un posible juicio.
La evolución de este caso promete mantener en vilo tanto a la opinión pública como a los círculos políticos y jurídicos, mientras se desarrolla un capítulo crucial en la historia legal estadounidense.
