La pandemia de COVID-19 ha experimentado un notable retroceso en Estados Unidos, según revelan las últimas estadísticas de salud. El virus, que en su momento ocupó el tercer puesto entre las principales causas de fallecimiento en el país, ha descendido al décimo lugar en 2023.
Los datos provisionales de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) muestran una disminución general en las tasas de mortalidad en todos los grupos de edad y étnicos en comparación con el año anterior. Esta tendencia a la baja marca un cambio significativo respecto a los años más críticos de la pandemia.
Actualmente, las enfermedades cardíacas y el cáncer continúan liderando las causas de muerte en la nación, seguidas por una categoría que engloba lesiones, incluyendo muertes por armas de fuego y sobredosis de drogas.
El número total de fallecimientos en EE.UU. se redujo de 3,3 millones en 2022 a aproximadamente 3,1 millones en 2023, revirtiendo la tendencia al alza observada durante la crisis sanitaria. Este descenso es particularmente notable considerando que, antes de la pandemia, las cifras de mortalidad solían aumentar anualmente debido al crecimiento poblacional.
A pesar de la mejora general, persisten disparidades en las tasas de mortalidad entre diferentes grupos étnicos. Las cifras más bajas se registraron entre personas de ascendencia multiétnica y asiático-estadounidenses, mientras que la población afroamericana continúa presentando las tasas más elevadas.
Es importante señalar que estos hallazgos se basan en datos preliminares de certificados de defunción. Se espera que los CDC publiquen un informe definitivo más adelante este año, el cual podría aportar información adicional sobre esta tendencia alentadora en la salud pública estadounidense.