El gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Joe Biden, ha lanzado una investigación comercial enfocada en los semiconductores tradicionales fabricados en China. Esta iniciativa podría establecer las bases para que la próxima administración, encabezada por Donald Trump, imponga aranceles significativos a las importaciones chinas, tal como ha prometido.
La investigación, bajo la denominada “Sección 301”, tiene como objetivo analizar prácticas comerciales desleales relacionadas con los chips chinos, ampliamente utilizados en productos cotidianos como automóviles, electrodomésticos y equipos de telecomunicaciones. La Oficina del Representante de Comercio de EEUU (USTR) dirigirá esta revisión, con miras a proteger a los fabricantes nacionales y contrarrestar las estrategias de dominación de mercado por parte de Pekín.
Aranceles y Restricciones Vigentes
El actual gobierno de Biden ya impuso un arancel del 50 % a los semiconductores chinos desde el 1 de enero. Además, endureció las restricciones sobre exportaciones de chips avanzados y equipos de fabricación, además de incrementar impuestos a productos como paneles solares y polisilicio.
Katherine Tai, representante comercial de EEUU, destacó que China ha utilizado subsidios estatales para abaratar artificialmente sus productos, amenazando la competitividad de las empresas estadounidenses y de otros países.
Impacto en la Industria Global
La investigación se centrará en los chips tradicionales, que utilizan tecnologías más maduras, excluyendo procesadores avanzados destinados a aplicaciones de inteligencia artificial. Aunque aún está en fase inicial, el proceso podría escalar tensiones comerciales, similar a lo ocurrido durante la guerra comercial entre 2018 y 2019.
Se espera que los comentarios públicos sobre la investigación comiencen el 6 de enero, con audiencias programadas para marzo, mientras la próxima administración define el curso de acción.
