El estado de California enfrenta una grave crisis ambiental debido a un voraz incendio forestal que continúa extendiéndose rápidamente. Las condiciones meteorológicas adversas, caracterizadas por un clima extremadamente seco y altas temperaturas, alimentan las llamas que devoran bosques y todo lo que encuentran a su paso.
Este siniestro, conocido como “Park Fire”, se ha convertido en el más extenso del año en California, abarcando ya más de 1.700 kilómetros cuadrados desde su inicio el 24 de julio. Su origen se sitúa cerca de una localidad, y actualmente avanza hacia el norte por el flanco occidental de Sierra Nevada. Según informes del departamento de bomberos estatal, solo se ha logrado contener un 34% del incendio.
La magnitud del desastre lo ha posicionado como el cuarto mayor incendio en la historia de California. Aunque las condiciones climáticas favorables permitieron reducir su intensidad brevemente la semana pasada, el calor extremo y la baja humedad han reavivado las llamas.
Las autoridades reportan la destrucción de 636 estructuras y daños en otras 49. Sorprendentemente, se ha arrestado a un residente local acusado de provocar el incendio al arrojar un vehículo en llamas por un barranco en un área natural cercana a Chico.
Mientras tanto, a unos 160 kilómetros al sur, otro incendio en el condado de El Dorado muestra un comportamiento similar. Este nuevo foco, denominado “Crozier Fire”, ha consumido más de 5 kilómetros cuadrados y amenaza más de 1.600 estructuras, con un control de apenas el 5%.
Los bomberos continúan sus esfuerzos incansables para contener ambos incendios, enfrentando condiciones desafiantes y priorizando la protección de vidas y propiedades en las áreas afectadas.