La conversación entre Biden y algunos gobernadores pretende dar confianza a los demócratas de que aún puede competir contra el expresidente Trump.
El presidente Joe Biden dijo en una reunión de gobernadores demócratas que tiene que dormir más y trabajar menos horas, incluyendo la reducción de eventos después de las 8:00 p. m., de acuerdo con dos personas que participaron en la reunión y varios otros informados sobre sus comentarios.
Los comentarios del miércoles fueron un duro reconocimiento de fatiga por parte del presidente de 81 años durante una reunión destinada a tranquilizar a más de dos decenas de sus partidarios más importantes de que todavía tiene el control de su trabajo y es capaz de montar una campaña robusta contra el expresidente Donald Trump.
Los comentarios de Biden sobre la necesidad de más descanso se produjeron poco después de que The New York Times informara que funcionarios actuales y anteriores han notado que los lapsus del presidente en los últimos meses se han vuelto más frecuentes y más pronunciados.
Pero Biden le dijo a los gobernadores, algunos de los cuales estaban en la Casa Blanca y otros participaban virtualmente, que seguía en la contienda.
Describió sus extensos viajes al extranjero en las semanas previas al debate, algo que la Casa Blanca y sus aliados han citado en los últimos días como la razón de su titubeante actuación durante el debate. En un principio, la campaña de Biden lo achacó a un resfriado, mensaje que se hizo público a mitad del debate a raíz de una serie de publicaciones en las redes sociales en los que se preguntaba por qué Biden estaba teniendo problemas.
Biden comentó que le dijo a su personal que necesitaba dormir más, según relataron varias personas familiarizadas con lo que ocurrió en la reunión. En repetidas ocasiones habló de esforzarse demasiado y no escuchar a su equipo acerca de cumplir su horario, y dijo que tenía que trabajar menos horas y evitar eventos después de las 8:00 p. m., de acuerdo con una de las personas familiarizadas con lo que ocurrió en la reunión.
Después de que el gobernador de Hawái, Josh Green, médico de profesión, preguntara a Biden sobre su estado de salud, éste respondió que se encontraba bien. “Es solo mi cerebro”, añadió, según tres personas familiarizadas con lo sucedido, un comentario que algunos en la sala se tomaron a broma, incluida la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, según una persona cercana a ella. Pero al menos un gobernador no lo hizo, y se mostró desconcertado.
Jen O’Malley Dillon, presidenta de la campaña de Biden, quien asistió a la reunión, dijo en un comunicado que él había dicho: “Bromas aparte”, lo cual fue confirmado por otra persona informada de la reunión. O’Malley Dillon añadió: “Estaba claramente haciendo una broma”.