Una persecución policial que superó las 100 millas por hora (160 km/h) en Oklahoma City el pasado jueves, 16 de octubre, concluyó de manera dramática cuando el vehículo de los sospechosos terminó en el río Oklahoma.
El incidente comenzó cuando agentes de la Oficina del Sheriff del Condado de Oklahoma (OCSO) intentaron detener un vehículo cerca de la I-40 y Pennsylvania Avenue por una matrícula caducada. El conductor se negó a detenerse, iniciando la persecución.
Durante la huida, los agentes emplearon una Maniobra Táctica de Intervención Vehicular (TVI) para detener el vehículo. Tras la maniobra, el automóvil perdió el control, salió de la carretera y rodó hacia el río.
Dos sospechosos, un joven de 18 años y un menor de 16, lograron salir del vehículo antes de que este se sumergiera por completo y fueron puestos bajo custodia por las autoridades. La OCSO ha publicado imágenes captadas por las cámaras corporales que muestran los momentos posteriores al incidente.











