Una directiva del Departamento de Educación del Estado de Oklahoma, emitida por el Superintendente Ryan Walters, ha generado un debate entre los distritos escolares locales. La instrucción de realizar un momento de silencio adicional en memoria del recién fallecido Charlie Kirk ha sido rechazada por varias de las principales administraciones escolares del estado, quienes argumentan que la medida es logísticamente disruptiva e innecesaria.
La Directiva Estatal y su Propósito Tras la noticia del asesinato de Charlie Kirk durante una charla en la Universidad de Utah Valley, el Superintendente Walters emitió un memorando dirigido a padres, tutores y distritos escolares. En el comunicado, instruía a todas las escuelas, desde jardín de infantes hasta secundaria, a observar un momento de silencio el martes a mediodía para honrar el legado de Kirk.
En su carta, Walters describió a Kirk como una figura que “desafió a los estudiantes a pensar por sí mismos, valorar la libre expresión y participar en un debate significativo”, destacando su trabajo en la promoción del excepcionalismo estadounidense y los valores conservadores. El llamado buscaba unir a los habitantes de Oklahoma en un acto de reflexión y recuerdo.
La Respuesta de los Distritos Locales A pesar de la directiva estatal, varios distritos escolares importantes, incluidos Oklahoma City, Edmond, Union y Mid-Del, comunicaron que no realizarían el homenaje adicional. En su lugar, informaron a los padres que el recuerdo se integraría en el minuto de silencio que ya se observa diariamente por ley cada mañana.
Otras administraciones fueron más explícitas en sus razones. Las Escuelas Públicas de Broken Arrow señalaron que la solicitud “plantea desafíos logísticos que interrumpirán el día de instrucción en algunos sitios y el período de almuerzo en otros”.
De manera similar, Jason Pérez, superintendente del distrito de Deer Creek, calificó el momento de silencio adicional como “innecesario”, afirmando que “crea una interrupción en el día de instrucción”. La respuesta general de los distritos subraya una tensión entre las directivas simbólicas a nivel estatal y las realidades prácticas de la gestión del tiempo escolar a nivel local.
