El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, realizó una visita bajo estrictas medidas de seguridad a la fábrica de municiones del ejército en Scranton, Pensilvania, el domingo. Esta planta es clave en la producción de proyectiles de artillería de 155 mm, esenciales en la defensa de Ucrania frente a la invasión rusa. La visita marca el inicio de una semana crucial para Zelenskyy en Estados Unidos, en la que buscará reforzar el apoyo internacional a su país.
Durante su estancia en Estados Unidos, Zelenskyy también participará en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, y posteriormente se reunirá con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris en Washington para discutir más asistencia militar.
Mientras su caravana se dirigía a la planta, un grupo de simpatizantes ondeaba banderas ucranianas en las cercanías, mostrando su gratitud por la visita y el apoyo brindado por los trabajadores de la fábrica. La zona alrededor de la planta estaba fuertemente vigilada, con controles de seguridad y presencia policial reforzada, incluyendo unidades montadas.
La planta de Scranton ha aumentado la producción de proyectiles de artillería de 155 mm, que son utilizados por obuses de largo alcance, vitales en el campo de batalla para eliminar objetivos enemigos desde una distancia segura. Hasta la fecha, Ucrania ha recibido más de 3 millones de estos proyectiles de Estados Unidos, y la demanda sigue creciendo a medida que la guerra continúa.
Vera Kowal Krewsun, una ucraniana-estadounidense de primera generación, destacó la importancia de la planta para la defensa global. “Es triste que necesitemos una instalación así, pero está aquí para proteger al mundo”, comentó. Por su parte, Laryssa Salak, cuyos padres inmigraron de Ucrania, expresó su agradecimiento por la visita de Zelenskyy y criticó la división en torno al apoyo financiero a Ucrania. “Ese dinero no solo va a Ucrania, también apoya a las fábricas y trabajadores estadounidenses”, explicó.
Zelenskyy también ha intensificado sus peticiones para que Estados Unidos le permita utilizar sistemas de misiles de largo alcance que le permitan atacar objetivos en territorio ruso, algo que ha generado preocupación tanto en el Pentágono como en la Casa Blanca debido a las posibles implicaciones estratégicas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido que permitir a Ucrania utilizar armas de largo alcance fabricadas en Estados Unidos podría desencadenar una guerra abierta entre Rusia y la OTAN. No obstante, Estados Unidos ha seguido aumentando la producción de municiones de 155 mm, fabricando actualmente más de 40,000 proyectiles al mes, con planes de alcanzar los 100,000 mensuales para evitar la escasez.
Se esperaba que altos funcionarios del Pentágono, como Doug Bush y Bill LaPlante, junto al gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, acompañaran a Zelenskyy durante su visita a la planta de Scranton. Esta planta es solo una de las muchas instalaciones que contribuyen a la producción de municiones, sistemas de defensa aérea, misiles y otras armas avanzadas que Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania en el marco de su apoyo militar, que supera los 56 mil millones de dólares.
Aunque Ucrania no es miembro de la OTAN, muchos países europeos consideran esencial el respaldo a Kiev para frenar futuras agresiones de Putin que puedan poner en riesgo la estabilidad de las naciones fronterizas de la OTAN y desencadenar un conflicto mayor en la región.
