Rusia lanzó un ataque masivo contra Ucrania utilizando 188 drones, marcando el mayor despliegue de este tipo desde el inicio de la guerra. El ataque impactó infraestructuras clave en la región occidental de Ternópil, además de causar daños en áreas residenciales cercanas a Kiev, según informaron autoridades ucranianas.
Durante la noche, las fuerzas rusas cortaron el suministro eléctrico en el 70% de Ternópil, afectando a más de un millón de personas que habitaban la región antes de la invasión. En Kiev, la defensa aérea derribó más de 10 drones, aunque restos dañaron viviendas, edificios y vehículos.
La fuerza aérea ucraniana logró interceptar 76 drones, aunque 96 perdieron rastro debido a bloqueos electrónicos. Los drones “suicidas” y de “señuelo” utilizados por Rusia están diseñados para saturar las defensas aéreas de Ucrania. A pesar de la magnitud del ataque, no se reportaron víctimas fatales.
En Ternópil, los servicios esenciales como agua y calefacción sufrieron interrupciones significativas. Las autoridades están implementando cortes programados de electricidad, mientras que generadores suplen la energía en hospitales, escuelas y otras instituciones clave.
Este incremento en los ataques con drones coincide con avances rusos en el este de Ucrania, donde han logrado algunas de las mayores ganancias territoriales desde 2022.
