El presidente estadounidense Joe Biden expresó su profunda inquietud ante la creciente inestabilidad en Oriente Medio, instando a avanzar en las negociaciones para un alto el fuego entre Israel y Hamás. En una reciente conversación con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Biden subrayó la urgencia de progresar hacia un acuerdo de paz.
La situación se ha complicado tras los recientes asesinatos de altos líderes de Hamás y Hezbollah en Teherán y Beirut, respectivamente. Estos incidentes han elevado el riesgo de una expansión del conflicto a nivel regional, con Irán amenazando con represalias por el ataque en su territorio.
Mientras Netanyahu reafirma su compromiso de lograr una “victoria total” sobre Hamás, también ha manifestado su disposición a alcanzar un alto el fuego. Por su parte, el secretario de Estado Antony Blinken se ha unido a las voces internacionales que abogan por el cese de hostilidades, considerándolo crucial para romper el ciclo de violencia.
En otro desarrollo, una investigación australiana sobre el ataque israelí a un convoy de ayuda en Gaza, que resultó en siete muertes, incluyendo a la australiana Zomi Frankcom, reveló serias fallas en los procedimientos militares israelíes. El informe sugiere que los guardias de seguridad del convoy fueron erróneamente identificados como miembros de Hamás, lo que llevó a graves consecuencias y medidas disciplinarias dentro del ejército israelí.
La comunidad internacional observa con atención estos eventos, esperando que prevalezcan los esfuerzos diplomáticos para evitar una escalada mayor del conflicto en la región.
