Antes de comenzar con la explicación es obligatorio un breve repaso de la incidencia del sol en objetos claros.
La luz del sol se compone de fotones de energía que tienen distintas longitudes de onda, las cuales se corresponden con los colores llamados primarios.
Por tanto, el blanco es capaz de repeler mayor cantidad de fotones y por ellos se ve de ese color. En cambio, si es negro absorbe todos los fotones y al carecer de luz, lo percibimos precisamente de ese color.
Un modelo con la carrocería de color claro absorberá menos que uno teñido de oscuro. Hay experimentos que confirman por completo esta teoría al colocar a dos autos de colores opuestos (blanco y negro) y evaluar qué influencia va teniendo la temperatura en cada uno de forma progresiva.
Las diferencias más notables salen a relucir en los primeros 20 minutos de exposición al sol. Se ha comprobado que la temperatura en el interior del auto puede ser hasta 25 % más alta en un auto negro en comparación a uno blanco. Al retirarlos del sol la temperatura se iguala rápidamente.
Al igual que la carrocería, la tapicería será capaz de repeler el calor si es una tonalidad clara, pero si es oscura lo acumulará. La luz solar que entra por las ventanillas penetra el auto y es absorbida por las superficies reflejándose luego en el aire en forma de calor.
Y al no poder salir al exterior el calor queda acumulado para cuando vas a subir al auto.
FOTO: EFE