Maria Ponomarenko, una periodista de Siberia condenada a seis años de prisión por criticar abiertamente la guerra en Ucrania, ha iniciado una huelga de hambre, según informó su medio de comunicación y un simpatizante cercano.
Ponomarenko, de 46 años, fue arrestada en 2022, poco después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, tras acusar públicamente a la aviación rusa de bombardear un teatro en la ciudad ucraniana de Mariúpol. En febrero de este año, un tribunal de su ciudad natal, Barnaul, la declaró culpable de difundir información considerada falsa sobre las acciones del Ejército ruso.
Según datos del observatorio de derechos humanos OVD-Info, más de 20,000 personas han sido detenidas en Rusia por oponerse a la guerra. Mientras que la mayoría de los manifestantes son multados y liberados poco después, los periodistas independientes, como Ponomarenko, suelen enfrentarse a penas más severas. De hecho, cuatro periodistas del medio RusNews, que publica exclusivamente en ruso, están actualmente en prisión, incluyendo a Ponomarenko.
Recientemente, la periodista ha sido acusada de nuevos cargos por presuntamente agredir a los guardias de la prisión donde se encuentra recluida, según informes de RusNews. Además, Yulia Galyamina, exconcejal de Moscú, señaló que Ponomarenko ha sido aislada en una celda después de que los funcionarios carcelarios presentaran informes falsos en su contra, lo que la llevó a tomar la drástica decisión de declararse en huelga de hambre.
“Masha está en una situación muy delicada”, expresó Galyamina en una llamada telefónica desde Barnaul, a donde había viajado para asistir a las audiencias judiciales. “Lloró mucho en el tribunal, se siente impotente. Incluso ha mencionado pensamientos suicidas”, añadió Galyamina, utilizando un apodo cariñoso para referirse a Ponomarenko.
Aunque RusNews confirmó que Ponomarenko había iniciado una huelga de hambre, el medio se abstuvo de hacer más comentarios. Anteriormente, la periodista declaró en una audiencia judicial que, como protesta por las condiciones de su reclusión, planeaba cortarse las venas.
El servicio penitenciario ruso no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre la situación de Ponomarenko. Sin embargo, el año pasado, el diario Kommersant informó que a la periodista se le había diagnosticado un “trastorno histérico de la personalidad” durante su detención, y que ya había intentado autolesionarse. Según su abogado, Ponomarenko también sufre de claustrofobia y llegó a romper una ventana en su celda.
Galyamina, quien mantiene correspondencia con Ponomarenko, también fue condenada en el pasado a dos años de prisión, aunque con pena suspendida, por organizar protestas contra el Kremlin. Desde entonces, ha sido etiquetada como “agente extranjera” y se le ha prohibido trabajar en política.