Marsella, Francia
Un incendio forestal de gran magnitud está afectando los alrededores de Marsella, la segunda ciudad más poblada de Francia, obligando a evacuar a más de 400 personas y dejando a al menos 110 con heridas leves. Las altas temperaturas y los fuertes vientos han favorecido la rápida expansión de las llamas, que ya han consumido cerca de 700 hectáreas.
Las labores de contención involucran a más de 1.000 bomberos, apoyados por medios aéreos que, al llegar la noche, se vieron obligados a detener su operación por razones de seguridad. Las autoridades, aunque aseguran tener la situación parcialmente bajo control, advierten que la emergencia continúa.
Uno de los desalojos más delicados incluyó a 70 residentes de un asilo de ancianos. Las autoridades locales han solicitado a la población que permanezca en sus hogares para evitar la exposición al humo y facilitar las labores de emergencia, recomendando no usar vehículos en las zonas cercanas al incendio.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, destacó el trabajo de los equipos de emergencia y pidió a la ciudadanía extremar precauciones, recordando que este tipo de incendios suelen evitarse si se actúa con responsabilidad: no arrojar colillas, evitar barbacoas en áreas secas y seguir indicaciones oficiales.
La propagación del fuego obligó al cierre temporal de varias carreteras, la suspensión de rutas ferroviarias y el cierre preventivo del aeropuerto cercano. Instituciones educativas fueron habilitadas como refugio para las personas desplazadas.
Mientras tanto, otros focos activos afectan a la región, especialmente en Narbona, donde ya se han quemado unas 2.000 hectáreas. La autopista A9, que conecta Francia con España, también fue cerrada temporalmente por motivos similares. El panorama en el sur del país sigue siendo complejo, con altas alertas por incendios en toda la franja mediterránea.