En un histórico discurso desde el Parlamento canadiense, el rey Carlos III reafirmó el compromiso de Canadá con la autodeterminación, la democracia y su soberanía, en medio de crecientes tensiones generadas por comentarios del expresidente estadounidense Donald Trump sobre una posible anexión.
Durante la apertura formal de una nueva sesión legislativa, el monarca subrayó que el gobierno canadiense está decidido a proteger valores fundamentales como el pluralismo, el Estado de derecho y la libertad. “Canadá atraviesa un momento crucial. Estos valores, apreciados profundamente por su pueblo, seguirán guiando el rumbo del país”, afirmó desde el trono del Senado.
Esta es la primera visita oficial de Carlos III al país desde que asumió el trono en 2022. A sus 76 años, lidera como jefe de Estado no solo en el Reino Unido, sino también en Canadá y otros 13 países de la Commonwealth. Su presencia en Ottawa marca la primera vez en casi medio siglo que un soberano británico encabeza esta ceremonia.
Las declaraciones del rey se producen después de que Trump, en varias ocasiones, manifestara su deseo de anexar Canadá, una idea que el primer ministro Mark Carney ha rechazado categóricamente.
Defensa nacional y nuevos lazos estratégicos
El discurso, redactado por el gobierno federal, abordó diversos temas clave para el futuro del país. Carlos III destacó la necesidad de fortalecer las Fuerzas Armadas, aumentar la inversión en la industria de defensa y reforzar la presencia militar en el Norte, región considerada estratégica y vulnerable ante amenazas emergentes.
“El gobierno invertirá para reconstruir y rearmar sus capacidades, así como en iniciativas conjuntas como ReArm Europe, reforzando la seguridad transatlántica junto a aliados europeos”, señaló el rey.
Asimismo, habló sobre la evolución de las relaciones con Estados Unidos, destacando una nueva etapa basada en el respeto mutuo y en objetivos compartidos, especialmente en materia económica y de seguridad.
Compromisos nacionales
Carlos III también presentó las prioridades del gobierno de Carney en el ámbito interno: más viviendas asequibles, reducción de impuestos para la clase media y la eliminación de barreras comerciales entre provincias. El discurso fue recibido con una ovación en ambas lenguas oficiales, inglés y francés, destacando el simbolismo de la Corona como factor de unidad y continuidad histórica para Canadá.
Un mensaje firme y equilibrado
Expertos, como el periodista e investigador Jeffrey Dvorkin, interpretaron el discurso como una respuesta clara y diplomática al clima político generado por Trump. “Fue un mensaje sutil pero contundente para Washington: Canadá seguirá su propio camino, en línea con sus valores y prioridades”, comentó.
El rey Carlos III y la reina Camila fueron recibidos cálidamente en Ottawa por el primer ministro Carney y la gobernadora general Mary Simpson al inicio de su visita, que durará dos días.
